Porque no de solamente Britney vive Madonna.
Provocadora, dura, intimista, juguetona y muy sexy, a sus 50 primaveras, una Madonna con mil caras y en plenas facultades se mostró en Cardiff más joven que nunca para dejar boquiabiertos a los miles de incondicionales que se rindieron al arranque sobresaliente del “Sticky & Sweet Tour”, la gira mundial de la indiscutible soberana del pop.
En el Millenium Stadium retumbó por enésima vez el repetitivo “tic tac” de “4 Minutes”, el famoso tema que canta junto con Justin Timberlake (sólo acompañando desde las imágenes de un vídeo) y con él, Madonna puso la guinda a estas dos horas de frenesí pop sin olvidarse del guiño nostálgico en “Like A Prayer” y “Ray Of Light”, donde estuvo más comunicativa.
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